After the devastating DANA storms in October 2024, Gandia Beach was extensively damaged by the storm surges, and tons of rubbish and seaweed had been carried on to the shore. The local authorities moved

immediately to stage a massive clean-up operation to restore the beach to its original form and provide safety for local residents and holiday-makers. Teams of workers utilized heavy machinery to clear the trash line from the beach, including broken branches, plastics, and other detritus that the monstrous storm surges had thrown along.

The exercise also entailed the elimination of the thick layers of seaweed that had accumulated on the beach, which was making it difficult for people visiting the beach to access it. The activity was complemented by local volunteers, who assisted in clearing debris and returning the beach to its natural beauty.

Despite the challenges posed by the tempest, the combined effort of the locals and city workers resulted in Gandia Beach being cleared and ready for tourists, an indication of the resilience of the region after the extreme weather.

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Tras las devastadoras tormentas DANA de octubre de 2024, la playa de Gandía sufrió graves daños a causa de las mareas de tempestad, que arrastraron toneladas de basura y algas hasta la orilla. Las autoridades locales actuaron de inmediato para poner en marcha una gran operación de limpieza con el fin de devolver a la playa su forma original y garantizar la seguridad de los residentes locales y los turistas. Los equipos de trabajadores utilizaron maquinaria pesada para limpiar la basura que había en la playa, incluidas ramas rotas, plásticos y otros desechos que habían arrastrado las monstruosas mareas de tempestad.

El ejercicio también implicó la eliminación de las gruesas capas de algas que se habían acumulado en la playa y que dificultaban el acceso a la misma a los visitantes. La actividad fue complementada por voluntarios locales, que ayudaron a limpiar los escombros y devolver a la playa su belleza natural.

A pesar de los desafíos que planteó la tempestad, el esfuerzo combinado de los vecinos y los trabajadores municipales dio como resultado que la playa de Gandía quedara limpia y lista para los turistas, una indicación de la resiliencia de la región tras las condiciones meteorológicas extremas.